martes, 12 de mayo de 2015

Soñar


Muchas noches sueño contigo,
son noches de magia;
a veces estamos en un cuento:
yo el príncipe,
tu mi hada;
otras yo el brujo,
tu mi princesa encantada
que, para que no dejes de amarme,
te tengo, con malas artes,
embrujada.
A veces son películas:
yo siempre el héroe,
tu mi amada,
terminando en un largo beso
en blanco y negro de comedia americana.
Todo mi sueño es no perderte,
tenerte presa,
que no te vayas.
Pero cuando amanece...
todo acaba.
No soy héroe ni nada,
ni películas, ni cuentos,
ni príncipes, ni hadas.
¡Me niego a abrir los ojos!
¡Quiero la noche más larga!.
Morir en uno de mis sueños,
mejor que despertar ...
...y no tener nada.

JL Guerrero M.

           
 PARA LOS LOCOS BAJITOS

          Empiezo esta sección para los niños en la que incluiré, en cada post,  mis poesías infantiles más, como dije en la presentación, una que nos regala nuestra Vicenta -la poetisa de los niños- desde el cielo, y por supuesto la primera de las mias en su recuerdo.
          He tratado de incluir -no se si con éxito- casi todos sus personajes. personajes que iremos conociendo en sus poesías.

Caballito Blanco, ¿Donde vás 
corre que te corre sin resuello?,
pués a avisar a todos
que Vicenta se vá al cielo.
El gallo Perico y el de Crispín
desde la ventana
avisaron a todos esta mañana.
Kira, que es tan intelectual,
redactó una nota para el personal.
Yo busco a Pitufa
que está de compras,
buscando el traje de gasa
para la gata Rufa,
a Chiriri con el Doctor
y a Facundo que está de paseo 
con su farol.
Vienen de camino, llegarán en un rato,
Perla, Minuto, Piruja,
Pájarotonto y Tontinaco.
Ramón le guarda nueces en la maleta
que le llevarán Cipriana,
Rosita y Enriqueta.
Y ella,  ¿está sola en su cama?
No, la vigila la Luna curiosa desde la ventana
y la acompañan Donato y Renata.
Tardará algun tiempo en partir,
son muchos los corazones
en los que se tiene que repartir.
Cuando nos vea felices,
recordándola con alegría,
amándola con todo nuestro ser,
se irá navegando al cielo
sonriéndonos desde la borda
de su barco de papel... 

JL Guerrero M.


Y AHORA EL REGALO DE VICENTA:

LA LUNA CURIOSA

La luna curiosa
se metió en el río,
y al llegar al fondo
tiritó de frío.
Dos peces de plata
la vieron llegar,
y huyeron de prisa 
al verla llorar.
un cangrejo grande
 la sacó del río;
vino el señor cuervo,
la llevó en su pico.
Volaba y volaba
mientras le decía:
"No hay que ser curiosa,
vieja amiga mía.
Cada uno en su sitio
se debe quedar.
¡Mira que ir al río
sin saber nadar!".
Y en las ramas verdes 
del verde olivar
con mucho cuidado
la puso a secar.

VICENTA GUERRA

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